Fuente: Propia /
No todos nacemos con una “cuchara de plata” la gran mayoría de los habitantes de nuestro planeta nacemos ya sea en la clase pobre, clase media baja o clase media. Para los que tenemos el privilegio de vivir en países que un sistema educativo (aunque sea deficiente) es utilizado y ofrecido, por lo menos tenemos esa ventaja que nos ayuda a combatir la pobreza a través de instituciones universitarias o colegios vocacionales y sus diplomas.
Aun viviendo en estos países, muchas personas por una u otra razón no toman ventaja de los beneficios que ofrece tener una educación y buscan la “manera fácil” para salir de sus problemas económicos y financieros. Y ¿Cómo lo hacen? Lo hacen a través de apuestas ya sean legales o ilegales. No dándose cuenta o mejor dicho, no queriendo ver; que ese dinero que por lo general resulta desperdiciado por “no tener suerte”, se pudo haber utilizado en otra cosa más productiva o simplemente se pudo haber ahorrado en un banco.
Los Juegos de Azar como en los casinos, son los primeros que son arreglados para que el jugador pierda y que “la casa siempre gane”. En mi caso personal, yo conocí a un hombre que durante los años 1946-1954 trabajo en los casinos de la Habana, Cuba bajo el régimen de Fulgencio Batista. El trabajo de este hombre era el de reparar las máquinas de juego tales como la mesa de Ruleta y los “Bandidos de un Brazo” o más bien los “Traga Monedas”.
Este hombre confeso que a él se le daban instrucciones de calibrar las máquinas y mesas de una forma para que el jugador perdiera. Claro, después de cierta cantidad de transacciones jugadas, se le concede un “premio ganador” que por lo general es menor que la cantidad de dinero que el jugador ya ha perdido, para psicológicamente mantener a esa persona atada a la máquina y así poder dejar a esa persona completamente sin dinero.
Lo mismo sucede con los Juegos de Cartas. A los Croupier, se les requiere que tengan un curso aprobado de ciertas instituciones que son dedicadas a la enseñanza de juegos de azar. En estas escuelas se les enseña a los estudiantes a acomodar las cartas de una manera (como en el caso del “Black Jack” o “21”) para que la casa siempre quede con las cartas más altas y el jugador con las cartas más bajas, así la casa se le lleva todo y usted se lleva nada. Ahí es donde el jugador comienza a “Contar Cartas” o a hacer sus propias trampas.Aunque esta práctica no es ilegal, el contar cartas no es bienvenido en ningún casino porque le está impidiendo al casino el robarle el dinero del jugador. Como dice el dicho: “El que hizo la Ley, hizo la Trampa”. En recientes años, los casinos han modificado la sus máquinas “Traga Monedas”. Antes, los premios eran dados en monedas o efectivo, pero ahora los premios se dan a través de recibos que el jugador los cambia en la caja. Y la razón de eso es la siguiente:
Cuando las maquinas pagaban con monedas, se les hacía muy fácil al “pillo” robarle a la máquina. Había varios métodos. Uno de ellos era el de introducir (por el orificio de donde salían las monedas) una varita hueca que en la punta tenía una pequeña luz. Esta luz bloqueaba el contador de monedas que era otra luz y por lo tanto vaciaba la maquina cuando al jugador se le concedía un premio pequeño.
Y así por el estilo se le podía robar al “Bandido de un Brazo”, pero si cogían a la persona haciendo esto, no le iba a ir muy bien que digamos. Lo pueden expulsar permanentemente del casino en unos casos y en otros casos pueden recibir golpes violentos de parte de algunos de los dueños de algunos casinos. Esa práctica se veía mucho en lugares como Las Vegas, Nevada y Atlantic City, New Jersey.
Después está el caso de la famosa Lotería. Aquí también se hace trampa. En los comienzos de la Lotería, se sacaban los números por una bella dama de una tómbola pero los números pre-asignados eran marcados o puestos fijos en un lugar dentro de la tómbola y la dama con la mano buscaba en las paredes hasta sacar los números ya pre-establecidos.
En estos casos, la tómbola era totalmente sellada para que no se pudiera ver desde afuera a donde colocaban las “bolitas ganadoras”. Cuando esta práctica fue descubierta y el fraude expuesto, lo que hicieron fue reemplazar las partes que sellaban o bloqueaban la “transparencia “de la tómbola con tela metálica con pequeños orificios que permiten ver las bolitas, pero no permitían ver los números y las marcas que se les hacían a las bolitas.
Cuando ese fraude se descubre, entonces lo cambiaron por unas cajas plásticas de “plexiglás” lo cual permite ver a las bolitas flotando en el aire impulsadas por unas pequeñas turbinas. Aquí también se hace trampa. ¿Cómo? Si usted se fija bien en el patrón de flote de las bolitas algunas de ellas, cuando el aire les da, tiemblan, en vez de salir disparadas en línea recta. A esas que tiemblan se les añade una pequeña pesa para que al tiempo asignado, caiga en el orificio y así ser proclamado como “bolita premiada”.
Todos los Juegos de Azar son una solemne trampa y mentira de parte del Gobierno y los Casinos que el Gobierno permite robarles a las personas a cambio de un porcentaje. A esto se le llama “Impuestos de Juegos de Azar”. A consecuencia de estos juegos de Azar, se han perdido vidas a través de los asesinatos y suicidios. Han habido centenares de casos que los jugadores empedernidos han vendido sus casas, carros y hasta su mujer y sus hijos en los casinos alrededor del mundo.
El vicio del juego es uno de enfoque inescrupuloso. Uno puede perderlo todo con la esperanza de recuperarlo todo. Es todo un engaño que es decorado con sonidos atractivos, luces tenues, bellas sirvientes y hasta bebidas alcohólicas gratis para impedir que el sano juicio de la persona entre en efecto. Por eso tenga cuidado con la Lotería y los Juegos de Azar ya que el enviciarse le puede traer problemas y sobre todo mucho pesar.
Desde Borinquén y para Controvercias en Puerto Rico, les informa:
Carlos F. González
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